Piedras y grava están siempre sobre las calles o rutas, siendo la causa principal de los golpes y quebraduras en los parabrisas.
Entre un 15% y un 20% del parque automotor tiene algún problema en ellos y la mayoría de estos daños son reparables.
A menos que se reparen a tiempo, estos impactos crecerán y se extenderán a lo largo o a lo ancho del parabrisas, generando líneas que llegarán a cubrir gran parte o la totalidad del vidrio, haciendo inevitable la necesidad de reemplazarlo.
El grado del daño ocasionado varía desde pequeñas impactos hasta extensas áreas con roturas severas. La gran mayoría de estos golpes pueden ser reparados, evitando así la necesidad de desmontar el parabrisas y los inconvenientes que el reemplazo acarrea.
La vibración y los cambios de temperatura en un parabrisas dañado son factores que originan la expansión de las grietas o líneas, las cuales no dejarán de crecer a menos que se reparen. La pregunta que nadie puede contestar es cuanto tiempo tardará el impacto en comenzar a avanzar, por lo que siempre se recomienda reparar de inmediato el parabrisas, optimizando así los resultados de la reparación.
Así mismo, uno de los beneficios fundamentales que ofrece el proceso de reparación es el de devolver la claridad óptica del área afectada, recuperándose entre un 85% y un 95%. El área dañada nunca se volverá invisible, ya que siempre quedará un pequeño rastro que variará de acuerdo al tipo, forma y severidad del daño sufrido, además del tiempo que haya transcurrido entre el momento del impacto y la reparación. Siempre se aconseja reparar el parabrisas de inmediato, ya que la quebradura es susceptible a contaminarse de tierra, aceite, agentes limpiadores de vidrios, etc., haciendo que la reparación sea estéticamente menos efectiva.
Un tiempo aceptable para reparar un parabrisas dañado es de aproximadamente un año. Sin embargo, cuanto antes se realice, existirá una reparación más limpia y por consiguiente menos notoria.
Cuando la reparación se realiza en condiciones favorables, el impacto queda prácticamente imperceptible.
Reparar un parabrisas significa también una menor pérdida de tiempo, ya que un reemplazo standard requiere aproximadamente de 3 hs., aunque según los expertos, para garantizar la realización de forma efectiva y segura del reemplazo, éste proceso debería requerir no menos de 14 hs.
Por otro lado, al reparar un parabrisas estamos contribuyendo al cuidado del medio ambiente, ya que los vidrios laminados son un material no reciclable, que requiere de confinamientos especiales y muy costosos, mientras que un parabrisas reparado es reciclado de manera inmediata.